
Nueva York — El dolor de la familia del soldado dominicano Juan Alcántara — que recibió ayer la ciudadanía póstuma tras fallecer en Irak— se impuso a la alegría de los 242 inmigrantes de 51 países que se convirtieron en nuevos ciudadanos de EE.UU. en una ceremonia conjunta celebrada en el City College de Nueva York. “Es un día alegre para muchos pero demasiado trágico. Nuestros hijos van a servir al ejército porque buscan una mejor educación, pero a veces el precio que pagan es demasiado alto”, dijo el congresista federal Charles Rangel (D-Harlem), un ex veterano que pide que se retiren las tropas de Irak.
“Es difícil para mí porque Juan tenía muchos sueños; no sueños para ser un héroe, sino para volver a la escuela, ser un policía como su hermana, ser un buen esposo y padre”, añadió Rangel.
La madre del soldado, María Disla, rompió a llorar cuando en una pantalla se proyectó una foto de su hijo con el uniforme, en el que llevaba una bandera dominicana.
“No puedo ver sus fotos. El era mi único hijo, un buen hijo. No sé para quién sea el beneficio de esta ciudadanía, ya está muerto. Yo sólo quiero que salgan las tropas de Irak. Esta guerra no tiene sentido”, dijo Disla tras el acto. continuar (El Diario/LA PRENSA)
“Es difícil para mí porque Juan tenía muchos sueños; no sueños para ser un héroe, sino para volver a la escuela, ser un policía como su hermana, ser un buen esposo y padre”, añadió Rangel.
La madre del soldado, María Disla, rompió a llorar cuando en una pantalla se proyectó una foto de su hijo con el uniforme, en el que llevaba una bandera dominicana.
“No puedo ver sus fotos. El era mi único hijo, un buen hijo. No sé para quién sea el beneficio de esta ciudadanía, ya está muerto. Yo sólo quiero que salgan las tropas de Irak. Esta guerra no tiene sentido”, dijo Disla tras el acto. continuar (El Diario/LA PRENSA)
No hay comentarios:
Publicar un comentario