
Ya en la colorida entrada se sabe que se entra a una tienda diferente. Un cartel advierte "ATENCIÓN: USTED ABANDONA EL SECTOR CAPITALISTA".
En la Tienda Gratis de Berlín se entra sin dinero, pero se puede llevar un televisor, un par de zapatos, algunos libros, una heladera o hasta un par de entradas para un concierto sin pagar un solo centavo.
"Se trata de frenar esta sociedad de consumo del "úsalo y tíralo".
La Tienda Gratis no es una tienda de trueque, es contra el dinero y el consumo. Cualquiera puede venir y llevarse lo que desee" recita Bernd, uno de los 15 voluntarios que se turnan en la tienda.
Pero como los voluntarios de la Tienda Gratis notaron que algunos de sus clientes armaban rápidamente un lucrativo mercado de pulgas con los objetos sacados de la tienda, decidieron limitar a 3 el número de objetos que se pueden llevar por vez.
Anti capitalismo, no caridad
Un señor de elegante impermeable y sombrero pregunta si tiene alguna maleta. Bernd levanta la cabeza y comienza a merodear con los ojos las pobladas esquinas de la tienda. Se levanta y va a buscar un elegante bolso color crema (parece hecho para el señor) se lo da, el señor se despide y se va.
En esta tienda se puede adquirir un televisor, zapatos, o una heladera y hasta entradas para un concierto.
En la Tienda Gratis el radicalismo anti caridad llega tan lejos que no hay distinción entre su clientela: el que llega en un auto de lujo a buscar su televisor tiene tanto derecho como alguien sin trabajo.
Mientras reco

"El problema en estas sociedades es que sobran muchas cosas y es difícil encontrar a la gente que las necesita" explica.
Juan Carlos, un colombiano, me dice que de la tienda ha llevado una bicicleta para él y su niño, un televisor, un computador, ollas y platos para su casa.
"Se puede encontrar de todo, los alemanes son muy desprendidos", cuenta a (BBC Mundo.)
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1 comentario:
Hola, vivo en Berlin y hace unos dias pasé por esta tienda, lo que me encontré en su interior dista muchísimo de la foto que han publicado en el artículo. Solo había libros viejos, un monitor estropeado, muchisima suciedad y poco más. Lo que más me llamo la atención fue que donde se supone que debiera estar el mostrador, según la foto, había un sofa donde un par de individuos tomaban té y fumaban, los cuales ni levantaron la vista cuando entré. O el que escribió el artículo miente, o la tienda ha decaido completamente, es cierto que todo lo que hay es gratis, pero es normal porque nadie pagaría nada por lo que hay.
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