
Paterson, quien es legalmente ciego, fue interrumpido numerosas veces durante su discurso con estruendosos aplausos. Antes de su alocución, legisladores en el ornado recinto de la Asamblea le dieron una ovación de pie de dos minutos y cantaron su nombre: “¡David! ¡David! ¡David!”.
Paterson, de 53 años, ascendió desde el cargo de vicegobernador tras la renuncia la semana pasada de Eliot Spitzer en medio de alegatos de que contrató a una mujer de un servicio de prostitución de alto vuelo. Se trató de una dramática caída para Spitzer, quien fue elegido con una abrumadora mayoría y quien había prometido erradicar la corrupción.
Paterson dijo que se pondría a trabajar inmediatamente en el presupuesto estatal y otros asuntos. La Legislatura tiene hasta el 1 de abril para aprobar un presupuesto estimado en $124 mil millones. “Seguimos adelante. hoy es lunes. Hay trabajo que hacer”, dijo Paterson. “Hay un juramento a tomar. Hay confianza que necesita ser restaurada. Hay asuntos en los que debemos ocuparnos”.
Paterson dijo que el cuidado de salud, la educación, los empleos y los problemas que encaran “las madres solteras con dos trabajos” necesitan atención inmediata. Indicó que es hora de que los políticos de Nueva York pongan su lucha de poder a un lado en el interés del servicio público. “Lo que vamos a hacer desde ahora es lo que siempre debemos hacer desde el principio”, dijo. “Vamos a trabajar juntos”.
Paterson habló 26 minutos — la mitad de los mismos involucrado en el humor que pareció destinado a ir más allá del daño que hizo Spitzer a las relaciones entre las ramas ejecutiva y legislativa.
Su esposa, Michelle Paterson, tenía lágrimas en sus ojos durante gran parte de la ceremonia.
“Cada vez que oigo a David hablar, quiero llorar”, dijo después. “Me siento feliz de haber vivido para ver este día”.
Legisladores actuales y del pasado, incluyendo a la candidata presidencial Hillary Clinton, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg y los gobernadores de tres estados vecinos, asistieron a la ceremonia. Spitzer no estuvo presente, y ex ayudantes dijeron que se encontraba en su granja de Columbia, al sur de Albany.
“Es histórico, es un gran momento de logro personal para el gobernador Paterson y amo la manera en que su historia se conecta con la historia de Nueva York”, dijo Clinton.
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