jueves, diciembre 13, 2007

Will Smith es el último ser Humano en New York



Hay estrellas de cine que se muestran simpáticas con la prensa porque saben que no hay nada más fácil que seducir a los periodistas para que escriban bien de ellas.
Hay otras que ni siquiera se molestan en resultar agradables, respondiendo con monosílabos o de mala gana a las preguntas.
Y después hay otras que parecen ser genuinamente sinceras en su entusiasmo por promover su trabajo. Claro que bien podría tratarse de otra forma de actuar, en este caso frente a su público y sin pantalla de por medio.
Este último es el caso de Will Smith, quien consigue que con cada entrevista los reporteros cinematográficos se rindan a sus pies —claro que eso no cuesta mucho: algunos se ríen con sus comentarios aunque éstos no hagan gracia—. Y lo hace contestando con simpatía, aparente sinceridad y obvia pasión a todas las cuestiones que se le ponen por delante.
El actor —recién salido del portentoso éxito comercial de ‘The Pursuit of Happyness’, que recaudó 294 millones de dólares en todo el mundo— presenta esta Navidad su nuevo filme, ‘I Am Legend’, adaptación del excelente relato escrito por Richard Matheson en el que un hombre debe sobrevivir al teórico exterminio de la humanidad.
Si bien en la historia original la acción tenía lugar en los alrededores de Los Ángeles, la película está enmarcada en Nueva York, lo que incrementa aún más el estado de desolación del personaje protagonista, quien no tarda en darse cuenta de que no está precisamente solo en Manhattan: una nueva raza de mutantes trata de darle caza.
En la concurrida rueda de prensa de promoción de ‘I Am Legend’ que tuvo lugar en Beverly Hills, Will Smith se extendió considerablemente en los detalles de producción del largometraje, rodado casi en su integridad en la Gran Manzana (aunque la imagen más publicitada de la cinta, que muestra a un fantasmagórico Times Square, fue creada digitalmente por los artistas de Sony Imageworks en Culver City, California).
La soledad de su personaje, Robert Neville —acompañado la mayor parte del metraje sólo por un perro pastor alemán—, “fue la parte más terrorífica del papel: en alguna que otra ocasión he estado solo en una escena, pero [en ‘I Am Legend’] creo que hay demasiado Will para el cuerpo”.

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