La pareja de cantantes dio detalles de su próxima gira y de un programa contra la obesidad infantil en un salón de clases en el viejo barrio de ella en el Bronx NUEVA YORK.— Jennifer López regresó ayer al barrio en donde creció, acompañada de su esposo Marc Anthony, para anunciar su gira de conciertos y dar apoyo a un programa que pretende fomentar la buena salud a través de la educación física.
Unos 300 niños de la escuela pública primaria número 36 en la zona de Castle Hills en El Bronx, ubicada a unas cuadras de donde López creció, dieron una calurosa bienvenida a la diva del "Condado de la Salsa" y a su esposo. Tan efusiva fue la bienvenida que, mientras un grupo de pequeños de tercero y cuarto grado interpretaba un tema de bienvenida a la pareja, ésta se echó a llorar de emoción.
"¡Dios mío! que coro tan hermoso", dijo entre lágrimas J-Lo. "Lo que nos pasa es que verlos a ustedes es como vernos a nosotros mismos", añadió mientras su esposo ocultaba sus lágrimas detrás de unos lentes oscuros. "Gracias, gracias".
Marc Anthony expresó por su parte que se encontraba conmovido con la actuación de los pequeños y agradeció a la directora de la escuela Nilda Rivera y demás maestros del plantel escolar por el apoyo que le brindan a los pequeños.
"Señora Rivera, usted fue una parte muy importante de mi vida y espero que ustedes [los maestros] se den cuenta de cuan importantes son en la vida de niños como yo", expresó emocionado el cantante y actor.
Rivera, quien dirige la escuela pública 36 desde 1999, fue maestra de Marc Anthony cuando éste estudiaba en un recinto de El Barrio latino en Manhattan.
"Marc fue buen estudiante y fue muy traviesito", dijo Rivera en un aparte con El Diario-La Prensa. "Me siento orgullosa de que Jennifer y Marc hayan venido acá porque los niños necesitan modelos para que puedan seguir con sus metas". (El Diario La Prensa)
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