NUEVA YORK, Nueva York (AP).— Un soldado que recientemente volvió de Irak ha admitido que pagó 500 dólares a otra persona a fin de que le diera un tiro en una pierna para no volver a la guerra.
Jonathan Aponte, de 20 años, denunció originalmente que un ladrón le había disparado, pero cambió la versión cuando la policía lo interrogó, dijeron las autoridades. Aponte debió partir el lunes a Irak, para permanecer ahí otros ocho meses.
"Creo que esto era mejor que ser blanco de los disparos todos los días" en Irak, dijo Aponte a la cadena WCBS-TV, en una entrevista transmitida el viernes. "Mi mente no puede hacer esto ya, no puedo soportarlo".
Aponte fue acusado de complot y de denunciar un hecho falso, de acuerdo con la acusación penal. El soldado había bromeado con su esposa sobre la posibilidad de recibir un disparo en la pierna para no volver a Irak, según la acusación.
La mujer tomó el comentario como una propuesta, y dijo que conoció a un hombre que podía dispararle a su marido.
El lunes por la mañana, la pareja se reunió con el sujeto, quien accedió a realizar el trabajo por 500 dólares. Aponte dijo a los investigadores que se fumó un cigarrillo y cerró los ojos, antes de recibir el disparo.
El abogado de Aponte ha dicho que su cliente sufre un desorden postraumático por tensión nerviosa. Pidió que las fuerzas militares lo evalúen, decidan si puede desempeñar tareas en el Ejército, le den tratamiento psicológico en caso necesario, y lo envíen a Irak o lo den de baja.
La esposa de Aponte, Alexandra González, de 22 años, fue acusada de agresión, complot y hostigamiento. El presunto autor del disparo fue detenido y acusado de los mismos delitos, además de posesión de armas.
Jonathan Aponte, de 20 años, denunció originalmente que un ladrón le había disparado, pero cambió la versión cuando la policía lo interrogó, dijeron las autoridades. Aponte debió partir el lunes a Irak, para permanecer ahí otros ocho meses.
"Creo que esto era mejor que ser blanco de los disparos todos los días" en Irak, dijo Aponte a la cadena WCBS-TV, en una entrevista transmitida el viernes. "Mi mente no puede hacer esto ya, no puedo soportarlo".
Aponte fue acusado de complot y de denunciar un hecho falso, de acuerdo con la acusación penal. El soldado había bromeado con su esposa sobre la posibilidad de recibir un disparo en la pierna para no volver a Irak, según la acusación.
La mujer tomó el comentario como una propuesta, y dijo que conoció a un hombre que podía dispararle a su marido.
El lunes por la mañana, la pareja se reunió con el sujeto, quien accedió a realizar el trabajo por 500 dólares. Aponte dijo a los investigadores que se fumó un cigarrillo y cerró los ojos, antes de recibir el disparo.
El abogado de Aponte ha dicho que su cliente sufre un desorden postraumático por tensión nerviosa. Pidió que las fuerzas militares lo evalúen, decidan si puede desempeñar tareas en el Ejército, le den tratamiento psicológico en caso necesario, y lo envíen a Irak o lo den de baja.
La esposa de Aponte, Alexandra González, de 22 años, fue acusada de agresión, complot y hostigamiento. El presunto autor del disparo fue detenido y acusado de los mismos delitos, además de posesión de armas.
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